2 Se reunieron Saúl y los hombres de Israel, acamparon en el valle del
Terebinto y se ordenaron en batalla frente a los filisteos.
3 Ocupaban los filisteos una montaña por un lado y los israelitas
ocupaban la montaña frontera, quedando el valle por medio.
4 Salió de las filas de los filisteos un hombre de las tropas de choque,
llamado Goliat, de Gat, de seis codos y un palmo de estatura;
5 tenía un yelmo de bronce sobre su cabeza y estaba revestido de una
coraza de escamas, siendo el peso de la coraza 5.000 siclos de bronce.
6 Tenía en las piernas grebas de bronce y una jabalina de bronce entre
los hombros.
7 El asta de su lanza era como enjullo de tejedor y la punta de su lanza
pesaba seiscientos siclos de hierro. Su escudero le precedía.
8 Goliat se plantó y gritó a las filas de Israel diciéndoles: «¿Para qué
habéis salido a poneros en orden de batalla? ¿Acaso no soy yo
filisteo y
vosotros servidores de Saúl? Escogeos un hombre y que baje contra mí.
9 Si es capaz de pelear conmigo y me mata, seremos vuestros esclavos
pero si yo le venzo y le mato, seréis nuestros esclavos y nos serviréis.»